El proceso original para producir aceite de argán se basaba en el trabajo manual de los pueblos de Marruecos.
El primer paso del proceso fue triturar el grano que se encuentra dentro de la cáscara dura de la nuez de argán. En el proceso de molienda se obtenía una pulpa que se moldeaba a mano y se amasaba suavemente hasta obtener el tamaño de una pita. Esta pulpa acumula un poco de calor en el proceso de amasado y se enfría con un poco de agua, lo que ayuda a que el aceite escurra de la pulpa en un suave goteo al recipiente y recipiente de recolección. Cuando la pulpa deja de gotear aceite, los aldeanos la secan y la usan como material combustible para cocinar y calentarse.
Nuestro proceso industrializado se basa en una máquina eléctrica que exprime los granos de argán limpios y los vierte en un recipiente de recogida. En el recipiente de recogida tiene lugar un proceso de decantación en el que el líquido obtenido del proceso de estrujado se separa en sedimento y aceite limpio por encima.
El aceite limpio se ha sometido a un proceso de filtración y se obtiene un aceite de argán limpio y transparente. En el proceso industrializado se controla la temperatura de extracción del aceite y se obtiene un material limpio y de gran calidad. El proceso de almacenamiento se realiza en condiciones óptimas que alargan la vida útil del aceite y mantienen su calidad original durante mucho tiempo.
